UNA IDEA… CIENTOS DE POBLACIONES HERMANAS: Las Leyes de Indias.

Lic. Ana Cecilia Pérez E.

El descubrimiento de América y su conquista es el momento culminante y a la vez de partida para el mundo actual en Latinoamérica. El choque cultural fue irremediable entre dos civilizaciones fuertes (la mesoamericana vs la europea) con tradiciones culturales diametralmente opuestas.

Si bien la religión fue el principal punto de choque en esos momentos, sus repercusiones son directamente manifiestas en el urbanismo. Un ejemplo claro en México Tenochtitlan es la destrucción que se hizo en el Templo Mayor cuando los visitantes españoles descubrieron el santuario de los sacrificios y trataron de destruirlo, esto provocó la salida de los mismos en la famosa Noche Triste de Cortés, y a su regreso victorioso construyen sobre sus ruinas lo que es hoy La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México.

Posteriormente, la preocupación por asentar nuevas comunidades con fundamento en la Cruz Católica fue prioritaria, tanto para los Reyes de España como los fundadores y nuevos gobernantes y Virreyes de América Latina; esto hizo que en poco tiempo la mayoría de América estuviera pacífica y próxima a crecer compartiendo esos rasgos de similitud tan característicos entre las poblaciones en nuestros países.

¿Pero cuál era la consigna de los fundadores? ¿Es cierto que solamente buscaban saquear los tesoros de América, o podemos desmentir esta leyenda negra y demostrar que la integración cultural fue un objetivo claro por parte de España?

Existen dos fuentes relacionadas en donde se pueden apreciar las decisiones sobre la fundación y legislación de las nuevas tierras conquistadas en donde pueden responderse las preguntas anteriores.

1 .- Por la premura de los acontecimientos y la novedad del tema se puede apreciar una legislación parcial con el nombre de Cédulas y Ordenanzas para descubrimientos, nuevas poblaciones y pacificaciones. 2.- Posteriormente se realizaron estudios más analíticos y se codificaron con lo que hoy se conoce como Leyes de Indias. Los puntos más importantes en relación con el urbanismo se concretan en los siguientes hitos de Las Leyes de Indias:

Fundación.

Al encontrar el lugar de asentamiento se debe verificar lo siguiente: Confirmar que el lugar estuviera vacante y que se pueda tomar sin perjuicio para los naturales o con su libre consentimiento.

Ver que el lugar estuviera en alto o levantado, que exista sanidad, fortaleza, fertilidad y tierra de labor, pasto, leña y madera junto con otros materiales, que tenga acceso a aguas dulces, gente natural, comodidad, acceso de carretas si era en tierra firme.

Si fuera costa deben considerar un puerto y que no tenga el mar ni al mediodía ni al poniente y de ser posible no estar cerca de pantanos ni lagunas para evitar animales venenosos y la corrupción del aire y del agua.

Establecimiento de plazas.

Realizada la fundación se debe escoger primero el lugar para la plaza mayor y de allí verificar la ubicación de las calles, puertas y caminos principales dejando tanto compás abierto que aunque la población vaya en crecimiento se pueda continuar con la misma forma. Se debe hacer una planta del lugar repartiéndola también por solares y esta medición debe ser a cordel y regla. Las medidas básicas para las plazas deben estar consideradas por los siguientes puntos: La plaza debe ser un cuadro prolongado que por lo menos tenga de largo una vez y media de su ancho, porque de esta manera se pueden realizar fiestas de caballos o de otro género.

La grandeza de la plaza debe ser proporcionada a la cantidad de los vecinos teniendo consideración al crecimiento de la población incluyendo la natural.

Las plazas no deben ser menor de doscientos pies de ancho y trescientos de largo, ni mayor a ochocientos pies de largo y trescientos de ancho, se considera una plaza mediana y de buena proporción una de seiscientos pies de largo y cuatrocientos de ancho.

La plaza menor en donde se ha de comenzar la población en la costa de mar se debe hacer el desembarcadero del puerto y siendo lugar mediterráneo debe ser en medio de la población. De las plazas saldrán cuatro calles principales, una por medio de cada costado y dos calles por cada esquina de la misma, las cuatro esquinas deben mirar a los cuatro vientos principales, porque de esta manera saliendo de la plaza existirá una protección entre las calles, de no ser así habría muchos inconvenientes.

Las calles en los lugares fríos deberán ser anchas y en los calientes angostas, pero para defensa si hay caballos deberán ser mejor las anchas.

Toda la plaza a la redonda deberá estar rodeada de portales, y estos deberán estar recortados para poder atravesar libremente si es que se baja por alguna de las calles.

Las calles se deben proseguir desde la plaza menor de manera que aunque la población venga a mucho crecimiento no se venga a dar algún inconveniente que sea la causa de afear lo edificado o perjudique su defensa y comodidad.

A trechos de la población se deben formar plazas menores de buena proporción en donde se han de edificar lugares de oración para promover la doctrina.

Catedrales, Parroquias y Monasterios:

A trechos de las poblaciones y aprovechando en ocasiones las plazas, se deberán construir centros de culto y oración para que tengan también una buena proporción entre la población.

Para las iglesias en la costa se deberán edificar cerca del mar y que esta se vea desde el mismo, tanto para la tranquilidad del marino como de la defensa del mismo puerto.

El Templo en las costas y lugares mediterráneos deberá tener las mismas características: estar distante de las plazas y parte de este separado de otros edificios que no le conciernen para que de todas partes sea visto y que tenga más ornamentos y autoridad.

Debe construirse alejado del suelo de manera que se ingrese a él por las gradas.

Cerca del Templo y la plaza menor se edificarán las Casas Reales, del Consejo, Cabildo y Aduana, no para quitarle fortaleza sino para estar todo junto para mayor comodidad de resolver los asuntos en medio día.

Para las Parroquias y Monasterios deberán tener solares cerca de la plaza y ser los primeros formando islas completas de manera que ningún edificio cercano se le arrime sino el perteneciente a su comodidad y ornato.

Hospitales.

El Hospital para pobres y enfermos de enfermedades que no sean contagiosas se debe poner junto al templo y conexión por el claustro.

Para las enfermedades contagiosas no se debe poner en parte cerca de un viento dañino que pasando por el vaya a herir a la demás población, y si se edificara en un lugar levantado será mejor.

Los mercados: Por lo general son lugares de mucha inmundicia, y pocas veces se puede librar de ella, por lo tanto deberán construirse lugares especiales para aquellos que lo generen, como son ahora los mercados del mar.

Si la población se coloca fuera del puerto de mar y tuvieran riberas de ríos navegables será de mucha comodidad si en la parte baja del río cercano al mar se pongan todos los oficios que causan inmundicias.

Los pobladores deberán hacer un espacio, tanto en casas como centros de negocios, para colocar materiales de fácil recolección en caso de que se necesite una palizada, trinchera, o cerco de la plaza de manera que no se pueda recibir daño de los indios naturales.

Lugares de siembra y de ganado:

Se deben señalar lugares especiales para la siembra y para el ganado, de manera que, por más que crezca la población, siempre quede bastante espacio en donde la gente se pueda salir a recrear y salir con los ganados sin que se haga daño.

Se deben establecer lugares para los bueyes de labor y de caballos al igual que los ganados de las carnicerías y los que cada poblador pueda tener en buena cantidad.

Debe existir tanta tierra de labor y tan diferente en productos igual que solares existan en la población. Se deben repartir las tierras de regadío de la misma proporción a los primeros pobladores como a los que vengan después a poblar.

En las tierras de labor repartidas inmediatamente deben sembrar los pobladores todas las semillas que lleven y pueda haber, para lo cual conviene que vayan muy proveídos y el ganado marcado juntarlo en un sitio, para que se comience a criar y a multiplicar.

Construcción de casas:

Después de haber sembrado y acomodado el ganado y esperar a ver la abundancia en la comida, se debe iniciar la construcción de las casas, con buenos cimientos y paredes y lugares en donde se hagan las herramientas necesarias para edificar con brevedad y a poca costa.

Se deben disponer de solares y edificios de manera que en las habitaciones se pueda gozar de los aires del mediodia y del norte por ser los mejores.

Se deben disponer las casas a manera de defensa y fuerza contra los que quieran estorbar o infestar a la población.

En cada casa en particular se debe labrar y tener sus caballos y bestias de servicio con patios y corrales y con la más anchura que fuera posible para la salud y la limpieza.

Se debe procurar la construcción de los edificios de una forma para mantener el ornato de la población.

Se debe tener cuidado de cómo esto se cumple, con el auxilio de los fieles ejecutores y alarifes y que con las personas que esto discutieran se encuentre el gobernador.

Es importante que los pobladores se den prisa en la labor y en la construcción de los edificios para que se acabe con brevedad la construcción de la población.

Si los naturales quieren ponerse en defensa de la población, se les debe indicar las razones de cómo se quiere poblar para no hacerles ningún mal, ni tomarles sus haciendas, sino para tomar amistad con ellos y enseñarlos a vivir políticamente y darles a conocer a Dios y enseñarles su ley por la cuál se salvarán dándoselo a entender por medio de los religiosos y clérigos y en caso de ser necesario se encuentra el gobernador que por buenas lenguas y procurando por todos los buenos medios posibles que la población se haga con su paz y consentimiento.

Si después de las razones todavía no lo consintieran los naturales, que los pobladores hagan sus construcciones sin tomar nada de los indios y sin hacerles más daño de lo que fuera menester para la defensa de los pobladores.

La nueva población deberá tener el mayor cuidado de no establecer en la medida de lo posible contacto con los naturales tanto en comunicación, trato y de no ir a sus pueblos, ni divertirse, ni que los naturales entren en el circuito de la población sin tener puesta la defensa y las casas, de tal manera que les cause admiración y que den a entender que los españoles pueblan allí.

Se debe lograr el respeto y la amistad y no el temor ni la ofensa y en prueba de afecto se deberán dedicar siembras y animales para socorrer a los naturales en caso de necesidad, para que realmente deseen la amistad.

Se dice que todos los hispanohablantes tenemos un sello característico, un sello de hermandad gestado desde los primeros momentos, unificado por la religión, la lengua y la reglamentación urbana. Todo ello surgido del cuidado y del interés de grandes eruditos encabezados por los Reyes de España y su gran preocupación por el bien común. Gracias a ellos América Latina es lo que es hoy, un grupo homogéneo característico en cualquier parte del mundo.

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